sábado, noviembre 18, 2006

REFLEXIONES NAVALES II

REFLEXIONES NAVALES II (*)

El propósito de nuestra carta magna reza la necesidad de mantener la independencia y la integridad territorial de la nación y la cooperación con las demás naciones sobre la base del reciproco respeto de las soberanías, repudio de la guerra, de la conquista y del predominio económico como instrumento de política internacional: todo lo anterior encaja perfectamente en la acertada definición de la ciencia Geopolítica:

“Ciencia que estudia la interacción y ambientación del hombre con el medio geográfico donde se desarrolla, controlando y utilizando la tierra, sus recursos, la zona marítima y fluvial adyacente, para su bienestar; como fenómeno de proaccción e intercambio, para materializar un nivel de vida económico, social y político que le permita la ubicación adecuada y el intercambio entre los pueblos, estados, naciones y regiones”.

El sistema y la tradición política del Estado venezolano enmarcan todos los anteriores propósitos, dentro de la percepción gubernamental basada en tres grandes pilares:

Plan de la Nación.
Presupuesto anual.
Plan nacional de seguridad y defensa.

Estas tres grandes áreas presentan evidentes defectos, mas por falta de continuidad que por falta de planificación; a pesar de nuestro sistema quinquenal de gobierno, las tres áreas son seriamente afectadas por las apreciaciones personales, grupales o partidistas incursas en el juego político: gobierno-oposición.

Las fallas en cualquiera de las áreas se reflejan directamente en las restantes.

El concepto estratégico militar, el cual se deriva del plan de seguridad y defensa nacional, no está explicito en un documento, sin embargo puede ser inferido de los actos del Ejecutivo Nacional en lo que respecta a la seguridad y defensa.

Dentro del concepto geopolítico, se puede enmarcar a Venezuela inmersa en varias fachadas que serian:

1. Fachada andina.
2. Fachada amazonica.
3. Fachada caribeña.
4. Fachada atlantica.
5. Fachada ribereña.


Esta ultima originada por las caracterizas internacionales de los ríos Orinoco, Meta, Arauca y Negro.

En estos escenarios existe una fuente latente y constante de posibles controversias, entre estas podemos citar: el problema de la delimitación de las áreas marinas y submarinas en el golfo de Venezuela, el diferendo de la zona en reclamación del Esequibo y las posibilidades de conflicto a causa de las apetencias expansionistas o políticas agresivas de reclamos territoriales por parte de nuestros principales vecinos, Brasil y Colombia.

En 1.982 tuvo lugar la firma del acta de la convención de las naciones unidas sobre el derecho del mar por parte de 119 países de un total de 141, a pesar de esto, la totalidad de ellos ha acogido el concepto patrimonial de la zona económica exclusiva (ZEE) y la extensión del mar territorial; cabe destacar que Venezuela no es signataria de esta convención.

Ante este nuevo concepto de derecho del mar, la inoperatividad del tratado de asistencia reciproca (TIAR) a raíz de la guerra de las Malvinas y de la identificación por parte de la convención del mar, de las amenazas del narcotráfico y la piratería, la protección y preservación del medio marítimo, la totalidad de las armadas han adoptado esquemas de concepciones estratégicas fundamentadas en la defensa naval y la seguridad de sus zonas económicas exclusivas, ampliando la clásica definición de defensa naval hacia áreas de control de trafico marítimo en la lucha contra el narcotráfico y la piratería y la preservación de las reservas naturales o no, presentes en su ZEE.

Existen en el mundo diferentes tipos de armada, desde aquellas que desempeñan solamente tareas de guardacostas, hasta las que mantienen despliegues operativos gigantescos para preservar sus intereses mundiales, pudiéndose también hablar de armadas clásicas con necesidades de seguridad bien definidas para ejercer el dominio en sus mares jurisdiccionales y en alta mar y marinas emergentes no muy autóctonas y carentes de poder exhibir autonomía.

Nuestra Armada se encuentra encuadrada en este último grupo, influenciada poderosamente por las armadas norteamericana, inglesa e italiana, de las cuales dependemos tecnológica y logísticamente.

Del concepto estratégico militar se deriva el plan de empleo militar y de este la concepción estratégica naval, inspiradora orientadora y rectora de toda la actuación de la armada, según reza el articulo 8 de la ley orgánica de las fuerzas armadas nacionales (LOFAN) y resumidas en cuatro (4) grandes responsabilidades: defensa naval, salvaguarda naval, contingencia, y contribución al desarrollo.

A mediados de los años 80 se reformuló la concepción estratégica naval, pasando de una orientación direccional a una concepción global de la seguridad de los espacios acuáticos; pero en esa oportunidad no se tomaron medidas para racionalizar el nuevo diseño, trayendo como consecuencia el desmejoramiento del potencial naval, cuando la capacidad gubernamental para apoyar a las Fuerzas Armadas disminuyo a causa de la crisis económica que aun enfrentamos, considerándose este, como el factor que mayor incidencia tiene en el funcionamiento de la armada.

La, realidad nacional fue reflejada en el discurso ante el congreso de la republica presentado por el Dr. Rafael Caldera el 2 feb 94 con motivo de su investidura como el octavo presidente de la era Constitucional venezolana; cuyos aspectos mas resaltantes se mencionan a continuación:

1. Lucha contra la inflación.

2. Reducción del gasto público y su mejoramiento sustancial.

3. Coordinación de la política fiscal con la política monetaria.

4. Medidas fiscales orientadas a la modernización de las finanzas publicas:

i. Eliminación del IVA.
ii. Impuestos a ventas al por mayor.
iii. Impuesto al lujo.
iv. Reforma del impuesto sobre la renta.

5. Apertura económica “ni populismo ni neoliberalismo...compromiso de solidaridad”.

6. Democratización de los capitales.

7. Discusión del régimen de prestaciones.

8. Estructuración del fondo de pensiones.

9. Reforma constitucional.

10. Llamado a la deposición de intereses egoístas de corto plazo, por una visión de largo aliento reclamada por el sentido común.

11. Apoyo a los sectores agrícolas, vegetal y animal.

12. Planes de desarrollo económico basados en la inversión en el agro, sector industrial y recurso humano.

13. Estimulación de la actividad pesquera, tanto artesanal, como industrial en aguas nacionales e internacionales.

14. Aumento sustancial del salario mínimo y de beneficios por alimentación y transporte.

Todos los anteriores planteamiento dejan una interrogante:... ¿De donde saldrá el dinero?... ante el siguiente cuadro económico nacional:

DÉFICIT FISCAL

1. Compromisos del estado calculados en un billón 700.000 millones. Según CORDIPLAN, el déficit pudiera alcanzar el 8.5% del P.I.B, si no se cuenta con los ingresos del IVA y un ajuste en el precio de la gasolina.
2. La política de austeridad anunciada permitiría reducir el gasto público en un billón 478.000 millones, sin desatender compromisos contractuales ya contraídos.
3. Queda pendiente la definición de la estrategia tributaria sustituto del IVA que genere cerca de 200.000 millones al fisco.

INFLACION:

1. Acumulada en 1993: 45,9 %.
2. La crisis fiscal y la incertidumbre ante eventuales cambios de la política económica que contemple restricciones a las políticas comerciales y cambiarlas, generan expectativas inflacionarias.
3. Se pretende quebrar la tendencia de incrementos de precio similar o mayor al del año pasado, afrontando el reto de la administración temporal de los controles de precio.

SISTEMA FINANCIERO:

1. Problemas de iliquidez de las entidades financieras.
2. Tasa overnight y activas oscilando entre el 65% y el 70 %.
3. La cartera de créditos demorados, continúa en aumento.
4. Se han inyectado 22.000 millones y se prevén otros 40.000 millones más, Provenientes del fondo de auxilio financiero para el proceso de intervención del banco latino.
5. El aumento de liquidez pudiera derivar en filtraciones al mercado cambiario si no logra recuperarse la confianza en el sistema.

SEGURIDAD JURlDICA:

La falta de reglas claras y en los límites del Poder Judicial en torno a la legislación sobre la propiedad industrial, hacen dudar si realmente fueron restituidas las garantías económicas.

Prestaciones sociales:

1. Ya no se trata de dirimir el antiguo dilema entre el sector empresarial y el laboral, sino en hacer viable la gestión del propio sector público.
2. Los pasivos laborales del estado ascienden a 350.000 millones, para los cuales no se han constituidos los respaldos respectivos.
3. La retroactividad de los ajustes salariales sobre estos compromisos, es la principal. Barrera para compensar. Por la vía del aumento de sueldos, el deterioro del ingreso real del venezolano.

DIVERSIFICACION DE LA ECONOMIA:

Esta es más mito que realidad.
Ei P.I.B. Per capita solo se ha recuperado un 0.5% interanual.
El sostenimiento en la administración pasada de elevadas tasas de crecimiento, lo llevo a expandir el P.I.B. a través del gasto fiscal.
La crisis de las finanzas públicas detuvo ese aumento y la inversión pública cayó en términos reales en relación a 1988.
La actividad no petrolera disminuyo su aporte al P.I.B. De 24 % a 22 % en el mismo lapso de tiempo.

Las anteriores incidencias obligan a la armada a tomar en cuenta los siguientes tres factores:

FACTOR POLITICO:

Adecuación de la estructura naval a la nueva concepción del Estado, ordenación territorial, Ley Orgánica de Descentralización, determinación y transferencia de competencias del Poder Publico, Ley de Licitación Publica, Ley de Hacienda y de las futuras políticas tributarias, y el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos por la Nación.

FACTOR ECONOMICO:

Optimización de recursos, tomando en cuenta la inflación y el régimen cambiario, efectuando apreciaciones estratégicas dinámicas y precisas ante la limitada disponibilidad de recursos.

FACTOR SOCIAL:

La actual crisis afecta a todo el personal de la institución, dado el alto deterioro del nivel de vida, escasez de viviendas, de atención médica y familiar; así mismo la captación del recurso humano cada vez se acerca mas hacia las masas donde los niveles de pobreza y de formación familiar y ciudadana se tornan mas criticas, obligando todo esto a una reorganización en la preparación y administración del recurso humano.

La Armada, para el cumplimiento de las responsabilidades que le asigna la Republica, debe disponer de una "Potencia Naval" medida en una capacidad operacional, capacidad logística, organización y doctrina, recurso humano y despliegue estratégico; variables que deben ser atendidas mediante la asignación de parte del Presupuesto Nacional, a fin de que el Estado cuente con un Poder Naval que le permita cumplir con las aspiraciones ideológicas expresadas en el preámbulo de la Carta Magna, sobre el usufructo patrimonial de los “espacios acuáticos”.

Es evidente la disminución de nuestro potencial naval, ya que las tareas se están cumpliendo con limitada capacidad operativa; muchas son las motivaciones, unas de carácter endémico y otras como consecuencia de la crisis nacional.

Se puede observar una incapacidad o colapsamiento de la estructura de mantenimiento, fallas en el abastecimiento y también fallas por parte del usuario de los medios.

En el último diagnóstico de la Armada se detectaron áreas desproporcionalmente más críticas que otras, lo que evidencia una débil planificación y gran improvisación, algunas áreas ya prácticamente consolidadas han disminuido sensiblemente su operacionalidad en beneficio de nuevas iniciativas, dejando al azar la solución a futuro de las demandas presentes.

Quizás en el momento en que la decisión de crecer en otras áreas se tomo se corría un riesgo aceptable, ya que se contaba con medios nuevos y abundancia de recursos, en los actuales momentos se presenta una degradación natural de los medios, dificultad para la obtención de repuestos, perdida de capacidad tecnológica deserción de recurso humano.

Se hace patético agudizar el ingenio para optimizar el proceso de definición de necesidades, planificar dentro de un esquema de adecuabilidad, ejecutabilidad y aceptabilidad, así mismo aumentar la capacidad de cabildeo para acudir con los mejores argumentos ante los distintos organismos oficiales, con el fin de obtener una justa parte del presupuesto en la distribución de los recursos del estado.

RESUMIENDO:

DEBEMOS REDIMENSIONAR NUESTRO POTENCIAL NAVAL.

Con visión de globalidad, para lograr un equilibrio entre la adquisición de unidades, materiales o construcción de instalaciones y el mantenimiento y recuperación de medios existentes; entre el recurso humano disponible versus los medios con que contamos y la reducción de cargos burocráticos.

Debe existir un exacto equilibrio entre la administración de la fuerza y el empleo operacional de la misma.

Así como un equilibrio entre las insuficiencias cuantitativas y las deficiencias cualitativas del recurso humano y su incidencia en la disminución de la motivación profesional.

Se debe revalorar los grados de oficiales almirantes y superiores para lograr la reordenación de la pirámide jerárquica.

Se debe estimar exactamente las necesidades de formación de Sub-oficiales, personal de tropa y alistados, así como mejorar su nivel tecnológico.

11 de feb ero de 1.994
(*) Publicado en la revista "El Correo Naval", en 1996.


BIBLIOGRAFIA:

1. Planes navales para la época de los noventa. Estado Mayor General de la Armada. 1990.
2. Las armadas después de la guerra fría. Va. Daniels Hernández .1991
3. Desarrollo de la frontera marítima posible. Cn. Juan Zambrano. 1991.
4. Algunas consideraciones sobre el poder marítimo. CF. Julio Peña. 1989.
5. Reflexiones navales. CF. Julio Peña. 1991.
6. Prioridad del gobierno." Economía Hoy". Marta Fuentes. 1994.