lunes, noviembre 20, 2006

EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN Y LA INTERDEPENDENCIA ECONÓMICA.

4.- EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y LOS EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN Y LA INTERDEPENDENCIA ECONÓMICA.

La triste experiencia de los tratados de paz firmados tras la primera guerra mundial incentivaron a los Aliados a firmar el 14 de agosto de 1.941 la Carta del Atlántico suscrita por Churchill y Roosevelt, el cual fue incluido en la Declaración de las Naciones Unidas aprobada el 1 de enero de 1.942 y posteriormente las diversas actas-conferencias que se celebraron a lo largo de la guerra: Moscú (octubre de 1.943), El Cairo (noviembre de 1.943),
Teherán (diciembre de 1.943),

También se origino la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, cuyo primer borrador fue diseñado en agosto de 1.944 en la
Conferencia de Dumbarton Oaks, Washigton D.C. y finalmente aprobada en la Conferencia de San Francisco en junio de 1945, posterior al Acta de Capitulación incondicional firmada por Alemania el 7 y 8 de mayo de 1.945 y luego por Japón el 2 de septiembre de ese mismo año.

Los anteriores acuerdos crearon dos instituciones encargadas de la construcción de la paz:

La primera, el Directorio de los Tres Grandes de la Conferencia de Moscú en octubre de 1.943, donde los Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS se comprometieron por medio de sus ministros de asuntos exteriores a mantener la unidad de acción "para mantener la paz y la seguridad internacional" por medio del denominado Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores con sede en Londres. Este compromiso de actuar juntos se reafirmó en las conferencias de
Yalta (febrero de 1.945) y Potsdam (julio-agosto de 1.945).

La segunda fue la Organización de las Naciones Unidas, nacida en
Conferencia de San Francisco en junio de 1.945. Sin embargo, todo el proceso se derrumbó estrepitosamente al romperse la unidad de los vencedores y el inicio de la guerra fría.

La
guerra fría, enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, termina de manera impronosticable, por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes.

El fin de la
guerra fría y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo. El orden establecido en Yalta se derrumbó ante la incredulidad del mundo en unos pocos meses.

Las revoluciones de 1.989 en la Europa oriental habían supuesto un acontecimiento histórico de múltiple resonancia. Por un lado, constituyeron el derrumbe de los sistemas comunistas construidos tras 1.945, por otro, significaron la pérdida de la zona de influencia que la URSS había construido tras su victoria contra el nazismo y que muchos no dudaban en denominar "imperio soviético".

La Cumbre de Malta celebrada en el buque “Máximo Gorka” fondeado en las costas de Malta el 2 y 3 de diciembre de 1.989, entre el presidente norteamericano
George Bush y Gorbachov marcó el fin de la guerra fría. Ambos líderes proclamaron oficialmente el inicio de una "nueva era en las relaciones internacionales" y el fin de las tensiones que habían definido a la guerra fría. Bush afirmó su intención de ayudar a que la URSS se integrara en la comunidad internacional y pidió a los hombres de negocios norteamericanos que "ayudaran a Mijaíl Gorbachov". Este proclamó solemnemente que "el mundo terminaba una época de guerra fría (...) e iniciaba un período de paz prolongada".

Otros señalan que el fin del conflicto tuvo lugar el 21 de noviembre de 1.990, cuando los EE.UU, la URSS y otros treinta estados participantes en la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa, firmaron la Carta de París, un documento que tenía como principal finalidad regular las relaciones internacionales tras el fin de la
guerra fría. La Carta incluía un pacto de no agresión entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. El presidente Bush manifestó tras firmar el documento: "Hemos cerrado un capítulo de la historia. La guerra fría ha terminado."

Dos días antes se había firmado el Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa que suponía una fuerte reducción de tropas y armamento no nuclear en el continente. Tras entablar negociaciones en Viena en marzo de 1.989, se llegó al acuerdo de que ambas superpotencias debían reducir sus tropas en Europa a 195.000 hombres cada una. Se partía de la presencia de 600.000 soldados soviéticos y 350.000 norteamericanos.

El 16 de enero de 1.991 la coalición internacional dirigida por EE.UU. inició su ataque para desalojar a los invasores iraquíes de Kuwait. El apoyo soviético a las sanciones de la ONU que finalmente llevarían al desencadenamiento de la
Guerra del Golfo fue acordado en la cumbre de Helsinki, celebrada el 9 de septiembre anterior entre Bush y Gorbachov. Este apoyo era un ejemplo palpable del fin del antagonismo y del inicio de la supremacía norteamericana.

El 1 de julio de 1.991, "El Tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua" firmado en Varsovia en 1.955 y conocido como el
Pacto de Varsovia, desapareció, tras las revoluciones de 1.989 y en pleno proceso de descomposición del estado soviético. La OTAN quedaba como la única gran alianza militar en el mundo.

El 31 de julio del mismo año,
Bush y Gorbachov firman en Moscú el Tratado START I de reducción de armas estratégicas y al año siguiente, el 16 de junio de 1.992, Bush y el nuevo líder ruso Yeltsin firman el Tratado START II.

5.- EL FENÓMENO DE LA GLOBALIZACIÓN

“La globalización es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales” la misma está basada en la libertad de comerciar con el resto de los países del mundo aprovechando las ventajas comparativas de cada uno; la libertad de invertir los capitales allí donde tienen un mayor rendimiento dentro de un riesgo asumible y la libertad de establecerse en el país que se desee: bien para conseguir un mayor beneficio o una mayor cuota de mercado, si se trata de una empresa, o para obtener un mayor salario o mejores condiciones de trabajo, si se trata de una persona
[1].

La Real Academia Española recogió el término del idioma ingles y los franceses prefieren la utilización del término “mundialización”. Fue utilizado por primera vez por Theodore Levitt en 1.983 al afirmar que “se estaba pasando de una concepción de la producción basada en el ciclo del producto, a otra global de los mercados”. Posteriormente Michael Poner (1.990) lo utilizó para marcar la diferenciar una empresa multinacional, de otra global y Kenichi Ohmae (1.990) considero que una empresa global es aquella que ha abandonado su identidad nacional y que opera como una entidad sin patria en una escala mundial.

Dicho proceso no es nuevo, ya entre 1.870 y 1.914 y con efectos similares a los actuales se trató de integrar los mercados de bienes, servicios, trabajo y capitales, dicho proceso fue detenido por la sucesión de la primera guerra mundial, la gran depresión y la segunda guerra mundial. Esta anterior etapa duró unos cuarenta años y fue detenido por el proceso de militarización como resultado de las dos guerras mundiales, el fenómeno actualmente se mantiene desde 1.950 por lo que ya arribó a sus cincuenta años desarrollándose paulatinamente y aún en completarse.

Los factores que influyen para la presencia de la globalización son primeramente el desarrollo de nuevas tecnologías en el transporte y en las telecomunicaciones lo que genera la disminución de barreras de tiempo y espacio entre los países y por ende la consiguiente reducción del costo de la transportación de bienes y servicios, personas y capitales e información. El segundo factor es que a través de acuerdos internacionales como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI y también mediante acuerdos bilaterales y regionales, se ha convenido la liberalización de intercambios de bienes, servicios y capitales.

La globalización es atacada por igual en el mundo desarrollado y en el mundo en vía de desarrollo; Para los políticos y gobernantes de los países en desarrollo, significa la pérdida de la soberanía de sus estados y la subordinación a los grandes intereses internacionales, trae como consecuencia grandes crisis financieras y el aumento exponencial de las deudas externas. Por su parte en el mundo desarrollado se le ataca por el hecho de que causa la pérdida de empleo y desigualdad salarial, ya que utiliza mano de obra barata en los países más pobres, cuyos trabajadores trabajan en ocasiones, en situaciones inhumanas.

El momento cumbre de las protestas del proceso globalizador, se vivió en la fracasada Ronda del Milenio de la cumbre de Seattle, con ocasión de la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a finales de 1.999.

Luego en la reunión anual de los países desarrollados, celebrada en Davos Suiza, en enero del 2000, el primer ministro británico Blair, dijo:

“Tenemos la gran oportunidad en este nuevo siglo de alcanzar un mundo y una economía abiertos y una sociedad global, pero sólo conseguiremos disfrutar de las oportunidades sin precedente que ofrece a la gente y a su bienestar si dicha globalización está basada en una fuerte dosis de ética y de responsabilidad mutua, impidiendo que países o personas queden excluidos de ella, y con un compromiso internacional de ayudar a aquellos afectados por la deuda, el genocidio y el medio ambiente. El siglo XXI no será, como el siglo XX, una batalla por el dogmatismo ideológico sino por ideales pragmáticos”.

Por su parte Bill Clinton, para entonces presidente norteamericano expresó:

“Hay que asegurarse de que tanto los países desarrollados como los en desarrollo consigan que los beneficios de la globalización alcancen a todos los trabajadores y a todas las familias de cada nación. Los países industrializados deben asegurarse que los pobres y los afectados por el cambio no se queden atrás, y que todos los trabajadores tengan acceso a los beneficios del aprendizaje y la formación de las nuevas tecnologías. Los líderes de los países en desarrollo tienen la responsabilidad de reducir la brecha entre ricos y pobres asegurando que las instituciones gubernamentales sean abiertas y transparentes, honestas y eficaces, para conseguir atraer más inversión extranjera, crecer más y resolver los problemas sociales. Hay un límite a lo que los países industrializados pueden hacer para ayudar a aquellos que no dan los pasos necesarios para que sus propias sociedades funcionen. Mientras tanto, los países ricos pueden ayudar reduciendo su deuda, comerciando e invirtiendo y ayudando en su educación y formación”.


Estos dos conceptos resumen las esperanzas de que la globalización ofrezca el resultado que de ella se espera; la mayoría de los críticos mantienen sus dudas al respecto.

Una gran parte de los analistas, detractores del llamado enfoque “economicista”, sostienen que la globalización a incrementado la gran brecha social entre los más pudientes y los pobres, así mismo se hace hincapié en el hecho que las políticas del Banco Mundial y el Fondo Monetario no están orientadas a satisfacer las necesidades básicas de la población y luchar contra la pobreza, que las mismas mantienen una especie de sesgo ideológico y solo permiten que se encubran las verdaderas intenciones de los imperios económicos transnacionales, en cuanto a las relaciones económicas y financieras del sistema capitalista y la dinámica de acumulación de capital.

Estimularon la introducción de los llamados "paquetes básicos" para la producción agrícola, la atención de la salud, el bienestar y la educación, sobrevalorizando los incrementos de productividad, sin cuestionar los sistemas políticos establecidos, promoviendo y manteniendo, en consecuencia, los grandes desniveles e inequidades en materia económica y social para la mayoría de las poblaciones, marginadas del modelo propugnado y proyectado a nivel mundial y en los diversos países.

Sostienen estos autores que la pobreza debe ser atacada como una situación de crisis extrema de la humanidad, por lo que debe ser resuelta para dar continuidad la aplicación de cualquier modelo de crecimiento económico. El desarrollo debe ser algo más que ajustes, presupuestos equilibrados, gestión fiscal y salud.

La Organización de las Naciones Unidas organismo evidentemente global que representa a todos los países, pero en realidad -para intervenciones efectivas- sólo puede actuar con el consentimiento los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China), cada una de las cuales tiene el derecho de vetar cualquier intervención.

Se critica como lamentablemente injusto y parcial el mecanismo del Consejo de Seguridad por el cual las principales potencias controlan la ONU. Sin embargo, pocos conocen otros mecanismos que tienen tanta importancia como el anterior, mediante los cuales las principales potencias, pueden controlar la economía mundial.

En el caso del Fondo Monetario, los Estados Unidos tienen un 17% de voto, aunque se requiera 15% para veto. El presidente del Banco Mundial siempre ha sido un ciudadano norteamericano. A través de la ONU, FMI, Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio se establecen las reglas del comercio global con las naciones del Grupo de los Siete.

Por ello tiene especial importancia política que el Grupo de los 77 mantenga una posición coherente y aumente su solidaridad en torno al tema de la ONU en los campos económico y social. Se habla que el "Crecimiento económico sostenido y desarrollo, particularmente de los países en desarrollo, constituye el principal objetivo que debe ser prioritario para la comunidad internacional.", aunque la UNCTAD haya perdido fuerza casi hasta el punto de la desaparición.

5.1.- CONSECUENCIAS DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL SECTOR MARÍTIMO

Primeramente se tiende a lograr una integración de líneas motivado por los objetivos siguientes: tratar de reducir los costos unitarios con el objetivo de lograr aumentos de productividad y economías de escala; Un mayor dominio de los mercados a fin de incrementar los ingresos y; Reducir los niveles de riesgo.

Así mismo se tiende a concentrar los servicios portuarios mediante alianzas de líneas navieras que agrupan la demanda de servicios portuarios y de operaciones de transbordo de varios transportistas, lo cual supone servicios normalizados, de gran calidad y bajo costo. Esto obliga a que cualquier mejora en las operaciones de un puerto o terminal sea adoptada por otros, aumentando la competitividad entre operadores portuarios.

Esta concentración se extiende a la Construcción naval, donde Corea y Japón aglutinan el 75% del tonelaje mundial. El Registro de buques concentrado en cuatro registros abiertos con el 40% de tonelaje de peso muerto (TPM) de la flota mundial (Bahamas, Chipre, Liberia y Panamá). El Personal a bordo dominado por cuatro países, (China, Filipinas, Indonesia y Turquía) los cuales proporcionan un 40% de los marinos del mundo. El Arriendo de contenedores sostenido por dos empresas (Genstar y Transamerican) las cuales poseen una participación del 50% del mercado. Los Agentes de carga, con la existencia de 24 empresas que ofrecen servicios globales.

Otra consecuencia es la innovación tecnológica en el transporte marítimo, la cual se manifiesta en una cada vez mayor contenedorización de la carga, en la tendencia a utilizar buques cada vez mayores, en la modernización del equipamiento de los puertos, los cuales orientan la prestación de servicios de valor agregado y utilización de tecnologías de punta en materia de informática y comunicaciones.


Otro punto es la expansión de los sistemas de transporte intermodal, incentivado por nuevos conceptos de logística como la externalización (outsourcing) y la entrega justo a tiempo (just-in-time), para permitir a los transportistas colocar el producto correcto en la fábrica o el establecimiento del comerciante minorista en cualquier parte del mundo, en el momento adecuado y al precio justo. De esta forma se propició la introducción del transporte multimodal internacional de mercancías, como un sistema integral que reúne todas las operaciones necesarias para transportar las mercancías desde su origen hasta su destino final bajo la responsabilidad de una sola persona jurídica denominada operador de transporte multimodal.
[1] Guillermo de la Dehesa. “Comprender la Globalización. Alianza editorial. Segunda reimpresión. España.
Caracas, julio 2004
Julio Peña