viernes, abril 25, 2008

LA INTEGRACION LATINOAMERICANA.- EL DESTINO DE UN CONTINENTE

LA INTEGRACION LATINOAMERICANA
EL DESTINO DE UN CONTINENTE




INTRODUCCION-.

La Integración Latinoamericana está experimentando una crisis más. No es la primera ni será la última. Su evolución histórica así lo confirma, como se evidencia en el registro histórico LA INTEGRACION EN EL HEMISFERIO AMERICANO (ANEXO 1), construido con data de INTAL, SICE, CEPAL, CAN, MERCOSUR, SICA, CARICOM, ALCA y ALBA; el cual abarca el período de 1951 (cuando se firmó la Primera Carta de la Organización de Estados Centroamericanos ODECA) hasta el 31DIC2007.

Por ese registro histórico nos damos cuenta de las dificultades de la ODECA y del Mercado Común Centroamericano (MCCA). También nos enteramos del fracaso de la ALALC y de que Venezuela entró cuatro años más tarde al Acuerdo de Cartagena; que Chile, miembro fundador de ese Acuerdo se retiró en 1976, y de que Perú estuvo separado de la Comunidad Andina desde 1992 hasta 1997. El relanzamiento del MERCOSUR en el año 2000, la emoción frustrada del ALCA y las contradicciones del ALBA se suman a los retos que ha enfrentado y enfrenta la Integración en el Hemisferio Americano.

Ahora, en el 2008, cuando la I Cumbre de UNASUR ha sido nuevamente aplazada, sin fecha prevista; la crisis entre Argentina y Uruguay (miembros del MERCOSUR) por la instalación de papeleras en área limítrofe del rio Uruguay, el retiro de Venezuela de la Comunidad Andina (CAN) y del Grupo de los Tres (G3) y la crisis diplomática entre Colombia y Ecuador continúan generando ruidos en el MERCOSUR, en la CAN, en el G3 y en la neonata UNASUR. Nos preguntamos ¿Por qué 27 países europeos tan disimiles reafirmaron el 13DIC2007 (Tratado de Lisboa) su vocación integracionista, mientras los países latinoamericanos se desaniman y retroceden? A diferencia de Europa, en América Latina estamos observando excesivos protagonismos. Mientras el incidente Argentina-Uruguay trata de manejarse en el plano institucional, el incidente Colombia-Ecuador se dirime en el plano personal. Estamos observando que la necesaria integración de los países latinoamericanos, aunque exhibe logros importantes como la Iniciativa para la Integración Regional Suramericana (IIRSA), continúa siendo una utopía.

La Integración que queremos y la Integración Necesaria.-

Para abordar la Integración Latinoamericana, es menester asumir una definición conceptual sobre lo que políticamente significa América, Norteamérica, Centroamérica, Suramérica, Latinoamérica, Latinoamérica y el Caribe e Iberoamérica. Las variables geográfica, económica, cultural, histórica, religiosa y social (organización de la población, a fin de crear y desarrollar instituciones con normas propias para la convivencia social) forman parte de la ecuación que define la conformación política de esos inmensos espacios territoriales; donde la cualidad de esas variables impone diferentes acepciones y posibilidades de integración. En consecuencia, las ponderaciones que asignemos a cada una de esas variables determinarán, en mayor o menor grado la afinidad, convergencia o divergencia de intereses que compelidos por la escasez o deficiencia de recursos, generan la necesidad de integración. Otra asunción necesaria es el concepto de la INTEGRACION.


Después de analizar diferentes procesos de integración, hemos llegado a la conclusión de que las unidades políticas independientes avanzarán sostenidamente en los procesos de integración, cuando se diferencien los intereses del gobierno de los intereses del Estado, y los países estén dispuestos a revisar sus concepciones de SOBERANIA. En ese sentido, asumimos que: La consolidación de los procesos de integración implican modificaciones en las relaciones de soberanía. Unas modificaciones que deben adoptarse mediante decisiones soberanas, para ceder, delegar o compartir aspectos de sus exclusivas competencias nacionales.



A diferencia de Europa, donde el primer esfuerzo de integración convenido en el Tratado de París,[1] para instituir la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, se inició bajo el compromiso de la supranacionalidad (creación de una autoridad independiente de los gobiernos para manejar la producción, mercadeo, sueldos, salarios, inversiones y gastos de la corporación); las experiencias hemisférica y regionales americanas se iniciaron y continúan con aprehensiones hacia la discusión y consideración de los aspectos de soberanía.



Es necesario recordar que el gobierno de Venezuela firmó en DIC2005, un Acuerdo Marco para adherirse al MERCOSUR, y más tarde, denunció los tratados y acuerdos referentes a la CAN (22ABR2006) y del Grupo de los Tres G3 (21MAY2006). Todas esas decisiones afectan los espacios de libre comercio que se estaban construyendo. Las razones políticas aducidas por el gobierno venezolano para abandonar la CAN y el G3 y su adhesión al MERCOSUR resultan difícil de asimilar, cuando evaluamos los esfuerzos conjuntos que habían venido realizando los miembros de la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) para crear una zona de libre comercio con el MERCOSUR, como lo registran las negociaciones y los acuerdos firmados (ACE 56 el 11DIC2002 y el ACE 59 el 18OCT2004). Ello es una evidencia más de las diferentes percepciones que tienen distintos gobiernos nacionales, en diferentes momentos de las negociaciones, y el cumplimiento de las decisiones acordadas, anteriormente o por un mismo gobierno.



En las democracias funcionales, las instituciones tienen la responsabilidad de garantizar los intereses permanentes del Estado sobre las percepciones coyunturales de un gobierno en particular. Esto es garantía para el funcionamiento de los procesos de integración. Resulta inaceptable que decisiones consensuadas y consolidadas en diferentes administraciones sean radicalmente modificadas por un gobierno en particular sin la participación ni la discusión correspondiente.



Según los registros de ALADI, hasta el 2005 se habían realizado 15 Acuerdos de compromisos, entre once de los doce países signatarios, para crear espacios económicos con objetivos de impulsar el intercambio comercial de las Partes Signatarias, a través de la reducción o eliminación de los gravámenes y demás restricciones aplicadas a la importación de los productos negociados. (Renuncia voluntaria de algunas exclusivas competencias nacionales).



Esos 15 Acuerdos son resultado de difíciles, complejas y múltiples negociaciones. Entonces nos preguntamos ¿Por qué la Integración Americana avanza y retrocede? ¿Hasta qué grado, la percepción de un gobierno compromete y afecta los procesos de integración?
Tratando de obtener repuestas a estas interrogantes hemos analizado los textos constitucionales, el marco jurídico y el comportamiento histórico de la integración en el Hemisferio Americano. Los resultados nos permitieron construir tablas y gráficos para manejar de manera expedita los fundamentos y las actitudes nacionales ante la compleja y difícil; pero posible y necesaria integración.



Para analizar esos resultados se tomó en cuenta el impacto de los relevos políticos en los diferentes países, ahora predecibles por los procesos electorales democráticos; y las repercusiones que las crisis externas podrían tener sobre las frágiles economías latinoamericanas. Las tablas A y B se refieren a las disposiciones constitucionales:




























































El Complejo Latinoamericano de Negociar para imponer-.
Las tres concepciones (Tabla A, Tabla B y Tabla C) establecen la ruta para la negociación y aprobación de los procesos de integración, sin embargo, debemos aclarar que la mención constitucional, por sí sola no es garantía de que el mecanismo de integración sea más expedito. Hemos observado que algunos gobiernos se las ingenian para desestimar y no cumplir los compromisos adquiridos, negociados y aprobados, a pesar de tener fundamento en los textos constitucionales.

Pero también hemos apreciado que otros gobiernos, con visión de Estado han logrado avances significativos en los procesos de integración. El caso de Chile es un buen ejemplo de ello. Para 2007 tenía acuerdos de integración con veintidós países y/u organizaciones; asimismo durante los años 2006 y 2007 mantuvo negociaciones con otros seis países,[2] las cuales quedaron pendientes para el año 2008. Y aún cuando reformó la constitución en SEP2005, la supranacionalidad o normas preferenciales sobre la integración no son mencionadas en el texto reformado. La agilización de los procesos de integración por parte de Chile tiene su fundamento en el Art. 32 párrafo 17º que trata sobre las atribuciones del Presidente de la República; y en la amplia facultad que se le concede en el Art. 50 de las atribuciones del Congreso:

“17º Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos internacionales, y llevar a cabo las negociaciones, firmar y ratificar los tratados que estime conveniente para los intereses del país los que deberán ser sometidos a la aprobación del Congreso…”

Cuando comparamos los avances de la integración en la región, desde los Tratados de Libre Comercio (TLC) hasta la Comunidad Sudamericana de Naciones (Ahora UNASUR) observamos:

1. El proceso más avanzado es la CAN, que ha logrado estructurar 12 órganos e instituciones comunitarias.
2. El proceso con más número de miembros es la CARICOM con 15 países, incluyendo Montserrat que es colonia del Reino Unido.
3. El espacio de integración más amplio, físicamente y en población es el NAFTA.
4. Existen diferentes procesos de integración en marcha, los cuales van desde lo comercial hasta las modalidades de combinación económica, política, física; donde lo social adquirió mayor preponderancia.
5. Los procesos de integración, en base a los indicadores macroeconómicos, que producen mayor satisfacción social son los realizados por Chile y el NAFTA.

Con el objetivo político de inclusión y no de exclusión, los gobiernos deben ser convincentes ante sus nacionales para explicarles que se está produciendo un desplazamiento necesario hacia nuevos espacios comunitarios de importancia creciente, donde la intervención gubernamental (para asistir y reorientar los sectores menos favorecidos), como obligación, reemplazará cualquiera consideración de exclusión.

Cuando observamos el Gráfico de FRECUENCIA ACCIONES DE INTEGRACION EN EL HEMISFERIO AMERICANO concluimos en que los procesos de integración han avanzado, pero al contractar con los desencuentros entre los gobiernos actuales, debemos confesar que una ráfaga de desanimo nos invade. Estas señales tienen preocupado al mundo académico, el cual discute y alerta sobre las consecuencias futuras de estos retrasos innecesarios, como se hizo en el III Simposio de la Cátedra Andina, Razón y Sin Razón de la Integración Latinoamericana realizada en la UCV, Caracas Venezuela los días 03 y 04 ABRIL2008. En esas discusiones sobresale la dificultad que tenemos los latinoamericanos para aceptar la precedencia de las instituciones comunitarias sobre las instituciones nacionales y la convicción de que los procesos de integración no se consolidaran en América Latina mientras no logremos superar los complejos propios de nuestra concepción latina sobre:

· La inmediatez de los resultados.
· El gobierno lo hace todo, eludiendo la responsabilidad ciudadana.
· La intención oculta de obtener sin ceder.
· Temor a las consecuencias de medidas necesarias; pero impopulares.
· Prometer beneficios sin mencionar los sacrificios.
· Confundir los intereses nacionales con las relaciones personales.

Esos seis códigos de conducta resumen las acciones gubernamentales registradas por la historia de nuestros países como los grandes obstáculos para la necesaria integración. El fin supremo de alcanzar mejores niveles en la calidad de vida de los nacionales sucumbe ante esos obstáculos. Quizás la causa, pudiéramos ubicarla en los orígenes de la emancipación, donde algunos países obtuvieron independencias para construir naciones débiles y deficientes, en un espacio físico, con recursos naturales y recursos humanos determinados o asumidos. La Historia nos ha enseñado que esto no es suficiente para construir países, con un grado de autonomía que garantice la indispensable independencia de otros centros de Poder.

La Integración Latinoamericana es irreversible-.
Los efectos de la globalización están marcando la agenda internacional, los daños ambientales con repercusiones climáticas y la escasez de recursos está resintiendo el bienestar de todos los países en general. Los altos precios de los combustibles y de los alimentos han impactado severamente sobre las barreras de importación y los subsidios agrícolas que los países asumían y dificultaban el consenso en las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (Ronda de DOHA).
Datos de la FAO, FMI y del Banco Mundial indican que los precios del trigo (2000-2007) se incrementaron en un 200%, y el de los alimentos en general un 75%. Y que solo, durante el lapso (DIC2006-DIC2007), la escalada de precios alcanzó el 48%.
Lo anterior nos permite inferir que, en un continente de tantas desigualdades como el Hemisferio Americano, la mejor opción es la integración para afrontar de manera más conveniente la escasez y consecuente escalada de precios del combustible y de los alimentos.
El gráfico del registro histórico LA INTEGRACION EN EL HEMISFERIO AMERICANO nos permite inferir que a pesar de todos los tropiezos, el tiempo transcurrido ha permitido que la integración avance moderadamente, debido al aprendizaje de ensayos y errores. Ahora disponemos de una mejor fundamentación conceptual, donde lo económico, lo social y el ambiente constituyen un objetivo más amplio, lo cual se facilita por el cuestionamiento y las sugerencias que hacen los ciudadanos por medio de organizaciones y organismos que se dedican al estudio constante de este tema. La creación de los Consejos Consultivo Laboral y Consultivo Empresarial de la Comunidad Andina en 1983, y el Foro Consultivo Económico-Social del MERCOSUR en 1994, son unos de los mecanismos de participación directa, diferentes de los gobiernos. También aprendimos, de la UNION EUROPEA que los procesos de integración exitosos son aquellos, en los cuales los países miembros entendieron y aceptaron que la integración implica modificación en la relación de soberanía entre los Estados Miembros.
¿Cuántos gobiernos tuvieron que pasar en Francia, Alemania, Italia, España y Portugal para alcanzar la UNION EUROPEA que hoy disfrutan? Como dijimos al principio, la Integración Latinoamericana está experimentando una crisis más.
La ilusión del ALCA, la insurgencia de la ALBA, el apresuramiento de UNASUR, la confrontación en el MERCOSUR y los desencuentros en la CAN como factores desencadenantes de la crisis actual merecen unos comentarios.
Al revisar el Portal del ALBA, la Declaración Política de la VI Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y la Adhesión del Gobierno de la Mancomunidad de Dominica al ALBA (26ENERO2008) se aprecian contradicciones entre las aspiraciones y las expectativas que se generan cuando un solo país es sostén y fundamento para su funcionamiento:
DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA VI CUMBRE DE LA ALTERNATIVA BOLIVARIANA PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICADocumentos de la VI Cumbre.
Ratificamos al ALBA como alternativa efectiva que permite y permitirá a los países de nuestra América enfrentar mecanismos de dependencia que en la actualidad menoscaban su soberanía económica y política
ADHESIÓN DEL GOBIERNO DE LA MANCOMUNIDAD DE DOMINICA A LA ALTERNATIVA BOLIVARIANA PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA.
Documentos de la VI Cumbre
La solidaridad, la complementación económica, el comercio justo, la cooperación integral y el estricto respeto a nuestra soberanía constituyen los conceptos fundamentales del ALBA, lo cual produce una ruptura radical con los esquemas de integración clásicos basados en la competencia, la hegemonía, la ficción del libre mercado y las intenciones de dominio político.
Nuestros países están tomando conciencia de que para acceder a mejores estadios del desarrollo socio-económico como se procura en la Conferencia General de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) es necesario aportar, compartir y ceder. El agotamiento del discurso protagónico que se ha estado apreciando en el panorama político latinoamericano nos permite inferir que las crisis actuales serán superadas, mediante evaluaciones de conveniencias de largo alcance versus el oportunismo de la inmediatez que procura imponer visiones particulares.
Los países suramericanos se han dado cuenta que se deben agotar etapas previas de cooperación e integración antes de conformar UNASUR, y los países miembros del MERCOSUR, a pesar de las asimetrías se han percatado que la moderación es conveniente para avanzar con solidez, como se hizo con la creación del Parlamento del MERCOSUR. De igual manera, los países centroamericanos y caribeños aprendieron a valorar el apoyo internacional como impulso para avanzar, sin necesidad de comprometer la libertad ni mucho menos hipotecar la independencia política.
Esa realidad política estuvo presente y se reiteró en la Cumbre del Grupo de Río, Santo Domingo MARZO2008; lo cual nos anima de optimismo para considerar que los países latinoamericanos, a pesar de los desencuentros presidenciales, soportarán la crisis en el corto plazo, puesto que la constricción que impone la GLOBALIZACION obliga la cooperación. Y en el largo plazo, vencidos los períodos presidenciales la presión de unos ciudadanos, más participativos y menos inhibidos, determinarán la recuperación de los procesos de integración.



Elías R. Daniels H.
18ABRIL2008

[1] Firmado en París el 18MAY1951 por Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Entró en vigor el 25JUL1952. Para DIC2007 había evolucionado como UNION EUROPEA, con 27 países miembros.

[2] Chile negocia Tratados de Libre Comercio con Malasia, India, Tailandia, Unión Europea, Vietnam y Australia.

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